28 oct 2010

Año Nuevo y volvemos a la Realidad

De hace exactamente 3 años, lo recuperamos:

Como cada nuevo año que empieza, las organizaciones sindicales apostamos y creemos que es posible pensar y construir un modelo de desarrollo de empresa distinto del actual.

Un modelo atento a la diversidad personal, social, geográfica, cultural y "económica" de cualquier país o nación -o como prefieran denominarlo-, pero que nos considere, con respeto, a los trabajadores de aquí, de allá o de donde seamos, como la mayoría que somos y con derecho a la crítica constructiva y "participativa" de la empresa.

Da igual el origen, la tendencia política o filosófica: es indispensable que tod@s seamos ciudadanos y trabajadores "libres", no manipulados; es decir informados, organizados, y capaces de levantar propuestas y de exigir a la empresa políticas que aseguren el respeto a los derechos de tod@s los trabajadores.

En principio, estimamos que no es mucho pedir.

Hasta ahora todo suena a aplausos. Pero haciendo autocrítica, a raíz del I Convenio de Contact Center (IV CCET), del cual discrepamos -veremos el siguiente, si llega-, significa que de momento lo que hay es "pan para hoy y hambre para mañana":

Este "acuerdo" alcanzado no responde a la realidad; eso significa que tenemos que perseverar, y no parar de luchar para que se negocie y satisfaga la excelente profesionalidad que ofrecemos, a cambio de una más justa remuneración por parte de nuestra empresa.

Constatar que el trabajo capitalizado si está mal invertido, indigna. Que el ahorro por parte de la patronal se traduzca en una brecha fiscal y apuntale hacia un discurso con la excusa de una supuesta "expansión", es falsa y molesta. Aunque tristemente, es lo que permite "nuestra" política española y su legalidad. No confundir con legitimidad.

Son razones que inclinan la balanza a favor de una protesta.

Pues nos apuntamos a ella. Puesto que las aberraciones explicables por el manejo económico -o tacañería- de quienes -cual caballos puestos orejeras de tiro- tienen su punto de mira en un solo objetivo: ganar pasta a toda costa sin importar lo más valioso de la empresa: el Capital Humano, es decir, nosotros, nuestro trabajo digno, y nuestros derechos.

Lo malo que les importa un pimiento nuestro poder adquisitivo o el ahorro de los que "honradamente" trabajamos. Eso sí, luego aconsejan que hay que "mover" el dinero y tal y pascual... pero, ¿y si no lo tenemos?!?

Bienvenidos un año más a la relativa realidad. Que los reyes nos premien con salud y trabajo. A propósito, ¡¡¡Felices los Reyes!!!



("Agradecimientos" enormes a los Empresarios tan Españoles y a los "corbatas amarillas", válgame)