9 nov 2009

Socialismo y capitalismo a finales del siglo XX

Las últimas dos décadas han arrojado inusitadas sorpresas, entre las cuales la más brutal fue el derrumbe del bloque del Este y de la otrora -en otro tiempo- patria de los obreros y campesinos, la ex Unión Soviética. A este hecho han sobrevenido otros no menos novedosos: la pérdida de protagonismo económico por parte de Estados Unidos y el ascenso de Japón, Alemania y Francia como potencias económicas que amenazan el hasta hace poco indisputado predominio norteamericano; o el surgimiento de un neo-socialismo en el cono sur como respuesta al capitalismo feroz. Estos acontecimientos han marcado las grandes transformaciones de finales del siglo pasado, cuyo rasgo más sobresaliente es el predominio mundial de la economía de mercado, a la cual los países del Este han tenido que sumarse, dando así paso a una transición no contemplada en los manuales de marxismo-leninismo: el tránsito del socialismo al capitalismo, o ¿no será una mutua dependencia?

La unificación alemana

En el marco de esa vuelta al capitalismo de los antiguos países del "socialismo real", el caso más llamativo fue el de la ex República Democrática Alemana (RDA). Prácticamente, aparte de la RDA, todos los países ex socialistas del Este -y las repúblicas que antes integraron la URSS- tuvieron que volcarse al capitalismo como naciones independientes; aquélla lo hizo de una forma particular, es decir, no como una nación independiente, sino unificándose con la República Federal Alemana (RFA). Así, los habitantes de la ex RDA de pronto vieron a disposición suya, pese a los elevados niveles de desempleo que trajo consigo integrar sus industrias obsoletas al mercado capitalista y a la pérdida de la seguridad social básica de la que habían gozado, el mundo de las libertades civiles que tanto habían deseado y que, tras la caída del muro de Berlín, o muro de la vergüenza, el jueves 9 de noviembre de 1989, ya nadie les podía negar. Por su parte, la RFA tuvo que desembolsar importantes recursos financieros para evitar no sólo una explosión popular en su nuevo territorio, sino, también, las migraciones masivas de alemanes orientales que seguramente no se harían esperar.

El experimento alemán fue afortunado, pues de hecho la economía de la Alemania unificada no sólo es la más fuerte de la Unión Europea, sino, además, una de las más poderosas a nivel mundial. De este modo, si era una novedad que países ex socialistas se abocaran hacia el capitalismo, más llamativo resultó que un país ex socialista se integrara a otro capitalista -con los costos sociales que ello necesariamente trajo consigo- y que el desarrollo económico no se hiciera esperar. No se trata de una convivencia, en un mismo país, entre dos modelos económicos distintos, sino de la absorción de uno por el otro -el socialista por el capitalista-, cuyos resultados parecen estar favoreciendo al conjunto de la economía alemana y a la mayor parte de sus ciudadanos.

Aunque por lo que he podido comprobar buena parte de la población del Este, visto lo que ofrece el "soñado" Oeste, como que no les gusta como les venden la moto del consumismo, mantienen sus ideas socialistas, pero en plena convivencia democrática con total libertad de expresión y movimiento -que era lo que querían-; aparece entonces un nuevo muro pero en este caso psicológico.

Pero, sin tan buena coyuntura, los demás países ex socialistas, por el contrario, se las están habiendo con un panorama sombrío, pues ni avanzan en la consolidación de la democracia política ni logran hacer arrancar esa maquinaria de mercado que, presumiblemente, les traerá la bonanza económica y el bienestar social. Continúan mareándose con las luchas por el poder.

China y Hong Kong

Un caso todavía más sorprendente de la redefinición de las relaciones entre socialismo y capitalismo lo constituye la República Popular de China que recientemente incorporó a su jurisdicción a Hong Kong; territorio que durante más de cien años estuvo bajo la tutela británica. Estamos ante un experimento social, económico y político totalmente distinto al de la unificación alemana: China, un país bajo un régimen socialista, ha incorporado a su órbita de influencia a Hong Kong -uno de los "tigres asiáticos"-, expresión de las mejores fuerzas y tendencias del capitalismo moderno. Es decir, estamos ante la unificación de una sociedad capitalista con una sociedad socialista, en la que es esta última la que predomina. La primera con una dinámica empresarial bien cimentada y la aceptación de la democracia política como método de resolución de conflictos; la segunda con una economía de mercado fomentada por un Estado controlado por la burocracia del partido comunista y -como lo demostró la masacre de Tiananmen- sin libertades civiles y políticas para los ciudadanos.

Se trata de dos esquemas políticos distintos, los cuales, eso sí, tienen como elemento común la aceptación por parte de sus dirigentes de la economía de mercado. Asimismo, si bien Hong Kong puede ser considerado como capitalista, China no puede ser considerada, sin más, como una nación socialista (o por lo menos como el socialismo soñado por Mao Tse Tung), ya que aceptar la lógica del mercado, por más que la misma sea fomentada por un régimen no democrático, introduce tendencias sociales y comportamientos que tarde o temprano tienden a socavar los patrones totalitarios propios de sistemas políticos como el chino. Además, con la incorporación de Hong Kong, es previsible que en China la lógica del mercado se profundice y gane mayor aceptación en la sociedad, con lo cual tampoco sería de extrañar que ganaran presencia las prácticas democráticas vigentes en ese "tigre asiático".

Si en la unificación alemana la lógica de mercado está terminando de derrumbar lo que quedaba de socialismo en su parte Este, en China la dinámica de mercado proveniente de Hong Kong puede contribuir decisivamente no sólo a fortalecer su economía, sino a "democratizar" su régimen político al incluir el poderoso voto del dinero. Esto es lo mejor que le puede pasar a ese gigante, cuyos ciudadanos han clamado, en más de una ocasión, por la vigencia de libertades democráticas mínimas. Lo peor que le puede pasar es que sus dirigentes -la Nomenklatura- sigan empecinados en desarrollar una economía de mercado fuerte y competitiva, pero bajo un régimen antidemocrático. Si esta fuera la tendencia, los habitantes de Hong Kong perderían muchos de los que en occidente se tienen como derechos inalienables; y quien sabe si ello, además, iría en detrimento de las energías empresariales que han caracterizado a sus capitalistas. Se abortaría, pues, la posibilidad de que Hong Kong dinamizara económica y políticamente a China.

Los teóricos de la política han insistido hasta la saciedad en lo difícil que es la convivencia entre un sistema económico de mercado y un régimen político no democrático. Se ha abundado en la idea de que una economía de mercado se expande y florece con mayor éxito en aquellos países en los que la democracia política se ha consolidado. En realidad, sin embargo, no siempre una y otra han ido de la mano; o por lo menos la primera no siempre ha supuesto -aunque lo inverso sí haya sucedido- a la segunda. El experimento chino, si continúa la profundización del mercado, puede ilustrar mucho acerca de los caminos posibles de esa convivencia. Si se aborta esa profundización -es decir, si se vuelve por los derroteros de la economía centralizada- es casi seguro que la democratización política va a estar más lejana en China y que Hong Kong va a pagar enormes costos a raíz de su integración al país socialista.

Como quiera que sea, estamos ante un fenómeno absolutamente novedoso, como otros muchos con los que el siglo XX llegó a su fin. Se derrumbó el socialismo real, una sociedad capitalista -la RFA- absorbió a una socialista -la RDA- y una socialista -la china- está absorbiendo a una capitalista -Hong Kong-. El alcance de esas transformaciones no está del todo claro, pero lo que sí se puede sostener es que, tras casi un siglo de lucha a muerte, lo que queda del socialismo realmente existente tiene que convivir -y si quiere sobrevivir- con el capitalismo. Y, paradójicamente, en el caso de China, tienen que hacerlo bajo el mismo techo.

(Agradecimientos a la Universidad Centroamericana)

8 nov 2009

Disertación sobre Nos

A petición popular, rescatamos este artículo:

- El comienzo

Aún en tiempos difíciles, basta con echar un vistazo a las páginas en los medios, para encontrar una gran cantidad de ofertas de trabajo en telemárketing -actualmente Contact Center-. Pero, ¿qué es lo que sucede realmente? ¿a qué nos enfrentamos, en su momento, las personas que decidimos llamar o a mandar un currículum "vitae-vital" para trabajar?

Lógicamente, superar la entrevista personal. Normal y recomendable en cualquier empresa, pues hemos de conocernos un poco ambas partes. Pero llega que, una vez aceptados, hay que profundizar y nos enfrentamos al pertinente curso de formación-selección para elegir a la persona más idónea para el puesto. De momento suena todo correcto, hasta que, al final, se valora más la agresividad comercial -el saber venderse- que las cualidades humanas. Está claro que hay campañas que precisan de esa actitud, la empresa es la que decide, así funciona el mundo, y ya está... Pero estaría bien que, a los que no fueran aceptado/as, se les reubicara o, al menos, no se les rechazara, en determinados casos, por faltarles ese “arte”, vamos, que se da la imagen de que es mejor no superar la prueba: ya me siento mejor.

- La prueba

Y nos ponen a escuchar de manera acelerada: "Servicio al cliente, buenas tardes, soy fulanito/a, ¿en qué puedo ayudarle?". Esta es una de las frases que un/a agente telefónico, teleoperador/a o como nos queramos llamar, repetimos cientos de veces incesantemente al cabo del día. Y eso en el mejor de los casos, es decir, recibiendo llamadas, porque lo peor es lo que repetimos llamada tras llamada del tipo de: "buenas tardes, señor mengano, le llamamos de tal empresa para ofrecerle nuestro último producto "el endeudator"... En este caso se trata de telemárketing puro y duro, que puede verse empeorado aún más si le añadimos los efectos de la venta cruzada, en la que, por ejemplo, el cliente llama, o se le llama -mejor la iniciativa-, para pedir información sobre algo concreto, un número de teléfono, y acabamos vendiéndole, revendiéndole y recontravendiéndole -santa paciencia- cualquier cosa con tal de aprovechar la oportunidad del contacto. Ah, y si lo hacemos bien durante un mes, pues hemos conseguido temporalmente el puesto.

Pero como se trata de un trabajo al fin y al cabo, también ofrece ventajas, dependiendo del "sector" al que pertenezcamos. En muchos casos son los estudiantes -y prejubilad@s- los que se interesan por esta forma de empleo debido a que se ajusta bastante bien a sus necesidades: normalmente son horarios reducidos, jornadas de mañana o tarde, incluso para fines de semana, perfectamente compatibles con cualquier estudio universitario. Además, en las plataformas telefónicas suele haber un ambiente agradable, que atrae... Como también nos atrae que nos reconozcan como verdaderos profesionales.

- Quiero promocionar

En algunos casos, y de coña, puede que la actividad telefónica sirva como trampolín para acceder a alguna gran empresa, pero no nos engañemos, esto sólo ocurre en contadas ocasiones. Normalmente algunos preguntan si existe alguna posibilidad de acceder a algún puesto en la empresa cliente... Es posible que la entrada en una de esas campañas en las que estamos trabajando en contacto directo con el personal de una gran empresa como puede ser un banco, por ejemplo, se dé el caso de que alguien se fije en nosotr@s y pretenda captarnos como sus propios empleados. Pero, repetimos, esto sólo sucede en contadas ocasiones... Si la empresa cuenta con su propia infraestructura no es necesario que traslade su centro de atención telefónica a las dependencias de la empresa de telemárketing que trabaja para ellos. Tampoco se puede descartar la posibilidad de la promoción interna dentro del entramado de la propia empresa de telemárketing. Si alguien cree que puedes valer no es muy complicado ascender de teleoperador a coordinador/a, a supervisor/a, a jefe/a de plataforma, etc.., "normalmente" superando algunas pruebas -dinámicas de grupo, entrevistas personales, pruebas de ofimática, etc.- diseñadas para la promoción interna.

- La pasta

Lo que es innegable es que este sector está viviendo ahora mismo el punto más álgido de toda su reciente historia -incluso en tiempos de crisis-. Como decíamos al principio, los anuncios de trabajo inundan los periódicos y están sirviendo para que muchos jóvenes se adentren en este mundo laboral tan complicado sin tener que empezar necesariamente por poner copas por la noche o hacer hamburguesas. No obstante, los salarios, como suele ser habitual, no son del todo acordes con lo que en muchos casos se requiere: el sueldo base mensual para un contrato de 39 horas -bastante difícil de conseguir por otra parte- en la modalidad de obra y servicio, ronda de media los 900 euros brutos -y gracias a que las pagas extras están prorrateadas-. En algunos casos hay que añadir pluses por trabajar en horario nocturno o festivo -no olvidemos que muchas de estas campañas ofrecen servicio de atención telefónica las 24 horas del día durante todo el año-, pluses de idioma si lo requiere el servicio, etc.

Y como ahora el precio de casi todo "disminuye" -consumo, alquileres, hipoteca-, está claro que tenemos que negociar siempre convenios que reflejen la mejora de las características de los contratos y aprueben la subida salarial.

- Perfil requerido

El perfil solicitado habitualmente no es muy riguroso, a no ser que las características del servicio así lo exijan. Basta en muchos casos con tener una formación de enseñanzas medias, facilidad para la comunicación y conocimientos de informática. Por supuesto siempre viene bien tener experiencia en telemárketing, aunque no es imprescindible. Si bien esto es lo mínimo que se solicita, cada vez los perfiles son más complejos -artísticos-, dependiendo de la campaña: en algunos casos el servicio requiere los conocimientos de algún idioma, alguna técnica o alguna formación universitaria específica.

Así es que, compañer@s, ¡ya lo sabéis! Como nos "sugieren" trabajar de manera transitoria por estos lares, si ese empleo soñado que tanto anheláis se resiste en llegar, si al final os llega, ¡enhorabuena!, ya sabéis lo que hacer, pues "semos" profesionales.

Ahora, como ilustración, os dedicamos este premiado cortometraje de más de diez minutos -casi un descanso-:



(Agradecimientos a Cristina y al Alber, y... ¿se rodó este corto en San Romualdo? Si os suena de algo, por favor, comentádnoslo)

Con los Discapacitados

La necesidad social de ayudar a los afectados por CUALQUIER TIPO de "discapacidad", bien sea física, psíquica o espiritual, se pone de manifiesto en el derecho UNIVERSAL a la integración plena en un TRABAJO digno y estar protegidos hoy en día por la Ley de dependencia.

Obviamente, como nos referimos a la normalización de la vida y del ámbito laboral, hablamos de un entorno global de desarrollo personal reconocido y regulado por los organismos competentes.

Por esa razón y como además existen INCENTIVOS POR LA CONTRATACION DE DISCAPACITADOS (en nuestra opinión MAXICAPACITADOS), -en caso contrario interesaría menos a parte de la patronal-, aunque surgiera un hipotético caso o riesgo de aumento del índice de absentismo -o pérdida de rentabilidad-, los costes son aumidos por el Estado (o sea tod@s).

Es decir que si no hay "problemas", el discapacitado contratado es más que rentable: pues estupendo..., pero mejor entonces alabar la labor social y no tanto el lucro.

El caso es que por Ley algunas empresas pactan, presumen de labor social y luego lo aprovechan como una forma de marketing y reconocimiento; si no, pues no sería de extrañar que sucediera todo lo contrario: la exclusión social, la precariedad económica y la marginalidad que siempre han acompañado a personas tan maravillosas.

Si no fuera por las obligaciones y derechos que contraen algunas empresas y las instituciones públicas y que, a veces, desconocemos, la estabilidad, la autosuficiencia y, sobre todo las subvenciones, entre otras, desaparecerían.

Y si no fuera por el amor de los familiares, compañer@s y amig@s hacia los propios afectados, la orientación por parte de profesionales cualificados, las terapias de grupo, las conferencias, los cursos de reinserción laboral, por el derecho a trabajar y enseñar..., ¿qué ocurriría?

En este sentido, CCOO-Bouncopy apoyará siempre a la empresa a este respecto: la contratación -sin priorizar asuntos económicos o intereses fiscales- de los discapacitados, que son las mejores personas CAPACITADAS para enseñarnos y aprender de ellas asignaturas como su HUMANIDAD, HUMILDAD Y HONESTIDAD.

No obstante, aclarar que en relación al ordenamiento jurídico español sobre la discapacidad está la LISMI, sus normas de desarrollo y otras complementarias:

1.- La Constitución española de 1978.

2.- La reciente legislación sobre igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal.

3.- Acceso de las personas con discapacidad en el sistema educativo.

4.- La discapacidad en el mercado de trabajo y la protección del sistema de Seguridad Social.

5.- El Sistema nacional de salud y personas con discapacidad. Los problemas de la bioética.

6.- Las personas con discapacidad en el nuevo sistema de protección por dependencia,..




(Agradecimientos y apoyo a Bouncopy para la integración de tod@s)

Plan de Igualdad

Con este artículo os queremos poner al día acerca de lo que se ha ido realizando en la Comisión de Igualdad de CCOO-Bouncopy, para la elaboración de un Plan de Igualdad beneficioso y efectivo en la empresa.

Por nuestra parte se han ido celebrando varias reuniones. Tanto para la elección democrática de sus representantes y sus funciones, como la coordinación con la Secretaría de la Mujer de Comisiones Obreras, donde se recabó la información necesaria y el profesional asesoramiento de Yolanda Díaz, para continuar realizando aportaciones.

En este sentido, se ha planteado que tengamos como referencia los estudios realizados sobre discriminación en Bouncopy, y las comunicaciones oportunas que hemos mantenido y mantendremos de manera fluida con el Ministerio de Igualdad, a través de su gabinete de comunicación, con Inmaculada Martínez a la cabeza.

En la reunión del 8 de junio de 2009, CCOO-Bouncopy ha manifestado que el plan debe abarcar aspectos tales como la estructura de la plantilla, las retribuciones, la contratación, la promoción profesional, la formación, la conciliación de la vida personal y laboral, así como la prevención y erradicación del acoso sexual, del acoso moral...

Este plan debe ser conocido, por lo que, durante la fase de elaboración e implantación, tendremos que establecer cauces de comunicación y sensibilización. A este respecto, estimamos que la nueva intranet corporativa pueda ser uno de ellos.

Y, ahora que se ha reactivado positivamente la Comisión paritaria y mancomunada con la Dirección, estamos realizando un diagnóstico previo a la elaboración e implantación del Plan de Igualdad, por lo que estamos requiriendo a la Dirección una serie de datos.

Datos que estén desagregados por sexo -distribución de la plantilla por categoría, tipo de contrato, nacionalidad, etc. Incorporaciones y bajas, especificando las causas. Media de salarios totales. Acción formativa: número total de hombres y mujeres que han recibido formación continua, han disfrutado de PIF, de becas, nivel de estudios, etc. Promociones y ascensos. Número de jefas/es, coordinadoras/es, teleoperadoras/es.., etc. Número de hombres y mujeres que han utilizado algún permiso o derecho relacionado con la conciliación de la vida personal y laboral- y todo aquello relacionado que nos queráis indicar.

De esta manera, detectaremos, por ejemplo, si existe una desproporción entre hombres y mujeres en cargos de libre designación por parte de la Dirección de la Empresa y si la remuneración -por todos los conceptos- es superior.

Esperamos que nos hagáis llegar vuestras propuestas y aportaciones para eliminar las diferencias entre hombres y mujeres extensiva a todos los ámbitos (familia, trabajo, empresarias/os,..). También si pensáis que hay que reclamar más información.

Como es habitual, os deseamos Salud y Trabajo.



(Agradecimientos a Yolanda, Inmaculada, Alba, Toni y Juan)

7 nov 2009

Contact Center: ¿Salud precaria?

Como la salud sigue siendo lo primero para nosotr@s, rescatamos uno de nuestros primeros artículos (publicado hace un año y perdón por lo extendido y "colorido" del mismo), cuyo mensaje sigue aún vigente. Vamos a exponerlo, pues, durante un tiempo oportuno, a ver si nos enteramos tod@s de una vez -hacemos también autocrítica- y mejoramos así la "sonrisa telefónica":

En CCOO-Bouncopy, venimos denunciando públicamente la situación de las condiciones de salud de un sector mayoritariamente desconocido para la sociedad, pero que desde hace unos años está creciendo en nuestra Comunidad, llegando actualmente a dar empleo a más de miles de trabajadores. Es por ello importante sacar a la luz la problemática de un sector con el que todos los días tenemos contacto, vía telefónica, pero que, a diferencia de otros sectores de atención al público, no podemos ver las condiciones de su puesto de trabajo, ya que por la propia idiosincrasia del servicio, no son visibles. Y hoy en día, que en otros ámbitos se habla tanto de la visibilidad, el sector del contact center (anteriormente telemárketing) quiere también salir del “armario”, y hacerse visible (y las/os trabajadoras/es estamos contribuyendo a ello).

Los principales problemas de salud, inciden en dos grandes aspectos: la ergonomía del puesto de trabajo y los aspectos psicosociales. No es un sector donde se den grandes problemas de riesgos de accidentes, son pocos los casos de empresas que tengan condiciones donde se pueden dar este tipo de incidencias si cumplen la normativa de seguridad. Pero es, en lo referente a la ergonomía del puesto de trabajo donde se están detectando los principales problemas de salud:

Las incidencias osteomusculares, debido a las condiciones del mobiliario y a la escasa movilidad, con graves problemas de espalda, y los problemas de visión debido al escaso respeto a los protocolos de pantallas de visualización (como "ejemplito" -y hay más-, la primera planta del edificio de Alcalá, donde se sigue apostando por la "modernidad" permitiendo todavía reducidos espacios y obsoletos monitores de 14'' -a alta resolución y sin protector para que "nos quepa de todo y ofrecer una mayor salubridad"-), y a los descansos de pantalla que fija el vigente Convenio Colectivo de Contact Center.

Problemas vocales por el escaso control a través de la revisión periódica del "médico especialista otorrinolaringólogo", necesario en un sector donde la voz es el instrumento de trabajo, y que tan escasa atención se presta, además de incumplirse sistemáticamente por las empresas.

Problemas de gradual pérdida de audición por la utilización de los cascos. La falta generalizada de higiene por el uso compartido de elementos de contacto íntimo, como son las almohadillas, y los tubos vocales, que son próximos a oídos y boca.

Y uno de los grandes males de las oficinas, o mejor dicho para este sector, plataformas, el sistema de refrigeración con los graves problemas de "resfriados", afonías, alergias y demás incidencias en el aparato respiratorio, por su falta de adecuado funcionamiento.

Pero quizá sea en el aspecto psicosocial donde se vean los mayores problemas, y se llevan la "palma". Primero hablamos de un sector precario, con lo que ello implica en la vida familiar del trabajador: horarios cambiantes, contratos precarios, situación constante de inestabilidad -ésto está más que claro últimamente con tanto despido en Bouncopy-, "miedo" en la empresa a denunciar los problemas, no sólo aquellos que inciden en la salud, por el temor a que no se renueve el contrato o ser finiquitada/o (qué valiente manera de fomentar la "rentabilidad").

Situación de precariedad también por los propios contratos mercantiles, no acreditados legalmente en la mayoría de los casos, de los que penden nuestros puestos de trabajo, ya que la modalidad contractual del sector es principalmente el contrato de obra y servicio o el eventual.

Todo ello incide aún más en esa precariedad. Además, con esa situación de inestabilidad, se produce que el trabajador se desconecte de su entorno afectivo, ya que le es difícil coincidir en horario.

Por otro lado la presión por parte de todo el aparato empresarial sobre el trabajador, debido a las propias circunstancias del servicio al estar el trabajador constantemente conectado a un sistema de gestión de llamadas, que hace que se mida todo su tiempo, y que un ordenador pueda dar constancia de todo lo que hace durante su jornada, hasta el tiempo que el trabajador dedica a hacer sus necesidades, hace que el trabajador no se sienta valorado por la calidad de sus funciones ya que muchas veces solo se valora la cantidad, tanto de ventas, como de contactos en la atención telefónica. Esto produce una frustración en el trabajador, que tiende a sentirse como una máquina.

En este sector se tiende, pues, a la cosificación del trabajador, y esto se percibe así tanto por el propio trabajador, como por la propia sociedad, ya que la imagen que se transmite desde los medios a través de las campañas de publicidad repite el cliché de un trabajador uniforme, al que se da un tratamiento mecanicista. Incluso en la propia campaña sindical en la negociación del anterior III Convenio de Telemarketing (actualmente Contact Center), que fue firmado en el 2005, se usó como eslogan la frase ¡YO NO ROBOT!

Además el control en toda la actuación del trabajador, el lenguaje que debe usar, la colocación en el puesto de trabajo, el aislamiento en el puesto de trabajo, la frecuencia de llamadas salientes, en general, impide una adecuada relación con los compañeros, aislados en un cajón, la imposibilidad en bastantes casos de levantarse o realizar hábitos posturales necesarios para mitigar los esfuerzos musculares causados por mantener la misma postura durante 8 o más horas, todo ello hace que las condiciones de trabajo del trabajo incidan negativamente en su salud.

Además la propia idiosincrasia de la funciones de estos puestos de trabajo, donde el trabajador/a es la primera barrera de relación de los clientes con las empresas, a través del teléfono de atención al cliente, convierte a los trabajadores en la muralla de contención de las frustraciones de éstos por el trato dado por la empresa. Lo que supone a veces una situación de gran tensión que se traduce en un gran estrés.

Y si ésta es la situación ¿en qué se traduce todo ello? En una enorme incidencia de bajas laborales, incluidas en el ya famoso término de absentismo laboral.

"Por supuesto", hay que incluirle también el absentismo presencial, que consiste en acudir al trabajo, pero dedicando una parte de la jornada a actividades que no guardan relación con las tareas propias del puesto que se ocupa: continuos paseos, “consultar” páginas web, usar el correo electrónico y hacer llamadas con fines personales son algunas de las más comunes, obviamente si las/os teleoperadoras/es estamos tan controlados y sin tanta "tecnología", entonces, ¿quién se lo puede permitir?

En fin, hay empresas del sector que han llegado a tener un 27% de bajas laborales por enfermedad común. Hay una incidencia de bajas por estrés, por depresiones, por mobbing,.. Pero como no son bajas laborales por enfermedad profesional, las empresas del sector, a través de la vigilancia de la salud, no están realizando ningún estudio. Y no toman ninguna medida para evitar las circunstancias que dan lugar a ello.

Además por la propia mecánica de precariedad, al final de contrato -o cuando venga en gana- si un trabajador/a ha tenido demasiadas bajas se opta por no renovárselo -o cesarlo-. Por ello las trabajadoras/es, tienden al presentismo, lo cual supone o implica que cuando no les queda más remedio tienen que tomar la baja, porque la situación de su salud ya es crítica. Y ello deriva en bajas de larga duración, y situaciones, a veces, difícilmente reparables.

Solo concienciando a empresas, tanto a las contratantes del servicio, como a las propias de contact center, como a los trabajadores, y con una actitud activa de los propios delegados de prevención, proponiendo soluciones a la empresa, pero también controlando los incumplimientos por parte de la misma, y con una inspección diligente que actúe, de oficio, controlando la situación destacable, y sensible a las denuncias de las trabajadoras/es, se podrá controlar y mejorar las condiciones de un sector que por su población mayoritariamente joven, debe preocuparnos especialmente, pues la incidencia de la presión a la que se está sujeta/o puede derivar en consecuencias irreparables.

Pero seamos optimistas: Salud y Trabajo.

(Agradecimientos a NubeAzul y a tod@s los trabajador@s de Bouncopy)