
- El comienzo
Aún en tiempos difíciles, basta con echar un vistazo a las páginas en los medios, para encontrar una gran cantidad de ofertas de trabajo en telemárketing -actualmente Contact Center-. Pero, ¿qué es lo que sucede realmente? ¿a qué nos enfrentamos, en su momento, las personas que decidimos llamar o a mandar un currículum "vitae-vital" para trabajar?
Lógicamente, superar la entrevista personal. Normal y recomendable en cualquier empresa, pues hemos de conocernos un poco ambas partes. Pero llega que, una vez aceptados, hay que profundizar y nos enfrentamos al pertinente curso de formación-selección para elegir a la persona más idónea para el puesto. De momento suena todo correcto, hasta que, al final, se valora más la agresividad comercial -el saber venderse- que las cualidades humanas. Está claro que hay campañas que precisan de esa actitud, la empresa es la que decide, así funciona el mundo, y ya está... Pero estaría bien que, a los que no fueran aceptado/as, se les reubicara o, al menos, no se les rechazara, en determinados casos, por faltarles ese “arte”, vamos, que se da la imagen de que es mejor no superar la prueba: ya me siento mejor.
- La prueba
Y nos ponen a escuchar de manera acelerada: "Servicio al cliente, buenas tardes, soy fulanito/a, ¿en qué puedo ayudarle?". Esta es una de las frases que un/a agente telefónico, teleoperador/a o como nos queramos llamar, repetimos cientos de veces incesantemente al cabo del día. Y eso en el mejor de los casos, es decir, recibiendo llamadas, porque lo peor es lo que repetimos llamada tras llamada del tipo de: "buenas tardes, señor mengano, le llamamos de tal empresa para ofrecerle nuestro último producto "el endeudator"... En este caso se trata de telemárketing puro y duro, que puede verse empeorado aún más si le añadimos los efectos de la venta cruzada, en la que, por ejemplo, el cliente llama, o se le llama -mejor la iniciativa-, para pedir información sobre algo concreto, un número de teléfono, y acabamos vendiéndole, revendiéndole y recontravendiéndole -santa paciencia- cualquier cosa con tal de aprovechar la oportunidad del contacto. Ah, y si lo hacemos bien durante un mes, pues hemos conseguido temporalmente el puesto.
Pero como se trata de un trabajo al fin y al cabo, también ofrece ventajas, dependiendo del "sector" al que pertenezcamos.

- Quiero promocionar
En algunos casos, y de coña, puede que la actividad telefónica sirva como trampolín para acceder a alguna gran empresa, pero no nos engañemos, esto sólo ocurre en contadas ocasiones. Normalmente algunos preguntan si existe alguna posibilidad de acceder a algún puesto en la empresa cliente... Es posible que la entrada en una de esas campañas en las que estamos trabajando en contacto directo con el personal de una gran empresa como puede ser un banco, por ejemplo, se dé el caso de que alguien se fije en nosotr@s y pretenda captarnos como sus propios empleados. Pero, repetimos, esto sólo sucede en contadas ocasiones... Si la empresa cuenta con su propia infraestructura no es necesario que traslade su centro de atención telefónica a las dependencias de la empresa de telemárketing que trabaja para ellos. Tampoco se puede descartar la posibilidad de la promoción interna dentro del

- La pasta

Y como ahora el precio de casi todo "disminuye" -consumo, alquileres, hipoteca-, está claro que tenemos que negociar siempre convenios que reflejen la mejora de las características de los contratos y aprueben la subida salarial.
- Perfil requerido
El perfil solicitado habitualmente no es muy riguroso, a no ser que las características del servicio así lo exijan. Basta en muchos casos con tener una formación de enseñanzas medias, facilidad para la comunicación y conocimientos de informática. Por supuesto siempre viene bien tener experiencia en telemárketing, aunque no es imprescindible. Si bien esto es lo mínimo que se solicita, cada vez los perfiles son más complejos -artísticos-, dependiendo de la campaña: en algunos casos el servicio requiere los conocimientos de algún idioma, alguna técnica o alguna formación universitaria específica.
Así es que, compañer@s, ¡ya lo sabéis! Como nos "sugieren" trabajar de manera transitoria por estos lares, si ese empleo soñado que tanto anheláis se resiste en llegar, si al final os llega, ¡enhorabuena!, ya sabéis lo que hacer, pues "semos" profesionales.
Ahora, como ilustración, os dedicamos este premiado cortometraje de más de diez minutos -casi un descanso-:
(Agradecimientos a Cristina y al Alber, y... ¿se rodó este corto en San Romualdo? Si os suena de algo, por favor, comentádnoslo)